Soy Cirujano Pediatra desde 1999. Me gradué como Médico Cirujano de la Sede Norte de la Universidad de Chile, es decir, del Hospital Dr. José Joaquín Aguirre, en el año 1995, cursando mi especialidad en la misma casa de estudios. Con 15 años de experiencia, soy actualmente médico staff de Cirugía Pediátrica en Clínica Alemana de Santiago y en el Hospital Exequiel González Cortés, perteneciente al Servicio de Salud Metropolitano Sur.

He realizado estadías de diferente duración en Buenos Aires, Argentina y en Toronto, Canadá especializándome en cirugía torácica de niños. En el transcurso de estas pasantías he perfeccionado el aprendizaje de tratamientos que incluyen la solución a defectos congénitos, malformaciones, tumores, infecciones o lesiones traumáticas de costillas, esternón, pulmón, tráquea, bronquios, esófago, etc…

Las patologías que veo más frecuentemente son Pectus Excavatum y Carinatum, Hiperhidrosis de las manos, alteraciones infecciosas del pulmón y pleura, más los problemas derivados de la tráquea y su intubación, como traqueostomías y estenosis subglótica adquirida. Actualmente, la cirugía pediátrica incluye tanto el abordaje tradicional como el mínimamente invasivo, o Laparoscópico-Toracoscópico, en este caso. Esta área de intervención es una de las que más me interesa y, por lo tanto, me perfecciono constantemente en ella, puesto que resulta un desafío mejorar cada día para atender a nuestros pacientes.

Los niños que atiendo tienen necesidades muy diferentes ya que entre ellos están incluidos desde los recién nacidos hasta adolescentes de aproximadamente 15- 18 años, cada uno en busca de un tratamiento específico que mejore su calidad de vida, por lo que hay que estar al día para brindarles las mejores soluciones. Soy socio activo de la Sociedad Chilena de Cirugía Pediátrica y miembro del directorio durante el periodo 2015-2016.

Me desempeño como docente en la especialidad, para la Universidad del Desarrollo y la Universidad de Chile. Me gusta mucho enseñar, con una mirada amplia, revisando en forma constante aquello que enseñamos. El tener alumnos permanentemente nos permite ver en retrospectiva cómo vamos cambiando la forma e, incluso, el fundamento de lo que hacemos, lo que me parece fascinante.