Soy médico pediatra por profesión y vocación. Egresé de la Universidad de los Andes como médico en el 2011 y como pediatra el 2014, y quedé vinculado al equipo académico de esa casa de estudios haciendo clases a los alumnos de pregrado de medicina en los ramos de Pediatría y Salud Pública.

Comencé mi carrera profesional en la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Exequiel González Cortés, hospital pediátrico público del sector sur de Santiago. En ese equipo trabajé durante casi 3 años. Posteriormente, junto con un grupo de colegas, asumimos el desafío de armar un programa asistencial para los Niños y Niñas con Necesidades Especiales en la Atención de Salud (NANEAS), del mismo hospital. Esta posición me ha llevado a involucrarme activamente en los procesos de rehabilitación de mis pacientes y me hizo ver la gran necesidad que tenían los niños de recibir apoyo en este sentido y, por lo tanto, junto a un gran grupo de profesionales nos la jugamod por la creación de la Unidad de Rehabilitación del hospital. Es esta unidad la dirijo hasta el día de hoy. Además, trabajo en la Clínica MEDS como pediatra deportólogo y en el Hospital Josefina Martínez, atendiendo a niños con problemas respiratorios crónicos.

En mi desarrollo profesional, he realizado postgrados en Medicina Deportiva en la Universidad Católica, así como también un Magíster en Salud Pública en la Universidad de Chile. Además, realicé un fellowship en cardiología infantil en el “Great Ormond Street Hospital” de Londres.

Actualmente participo de manera activa en Sociedades Científicas tales como la Sociedad Chilena de Pediatría, en especial en las ramas de NANEAS, Medicina Deportiva y Pediatría Social; y también, en el Departamento de Políticas y Estudios del Colegio Médico, en donde identifico un espacio para poder brindar una mejor salud pública: digna y de calidad, para todos los chilenos.

Me gusta ser pediatra, porque al trabajar en esta etapa del ciclo vital, se puede influir positivamente con pequeños cambios en la vida de una persona y acompañar el proceso de conformación familiar. Al trabajar con una perspectiva integral con la familia y comunidad, haciendo pequeñas modificaciones respecto a conductas y hábitos saludables, se puede facilitar un adecuado crecimiento y un desarrollo en armonía y felicidad.